Sexismo en las palabras

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Sexismo

12 diciembre 2017

Entrada realizada por Elena Ramírez Bonal y publicada el 27 de octubre de 2017 en su blog de trabajo.

El feminismo y la igualdad están cada vez más y más cerca de su objetivo, aunque, siendo franca, aun queda un largo camino. El lenguaje forma parte del problema pues si, el idioma español tiene género y es masculino.

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Ilustración de Laky Artes

El español tiene una regla fundamental que es el masculino genérico. Según la RAE «el uso genérico del masculino se basa en su condición de término no marcado en la oposición masculino/femenino.” Hay un gran debate en torno a este uso genérico. Por poner algún ejemplo de distintas opiniones: al escritor Enrique Vila-Matas le es imposible estar en desacuerdo con la RAE pues cree que el lenguaje “está hecho esencialmente para entenderse”. María Márquez, profesora en las Facultades de Filología y Comunicación, opina que el lenguaje puede invisibilizar a la mujer en la medida en que no permita una representación simbólica adecuada de ella.

Para mí, lo realmente importante no es esta regla del idioma sino el significado que se le ha ido otorgando a las palabras dependiendo de si son “femeninas” y “masculinas”.

Me explico con un ejemplo: que sea un coñazo es malo, pero que sea cojonudo es bueno. Se quedaría en una simple anécdota si solo se tratase de este ejemplo pero hay muchísimas palabras que, por el simple hecho de ser femeninas se han ido denigrado hasta ser consideradas negativas. Estas palabras no han adquirido esos significados por s mismas, alguien con poder, en este caso la sociedad machista, se los ha otorgado.

El poder de la palabra es tanto que, como bien afirma María Barrachina en su blog “considerar la igualdad en el lenguaje como una cuestión absurda no es una buena dirección en la que avanzar hacia la igualdad real entre hombres y mujeres” pues el lenguaje ha de evolucionar y adaptarse al nuevo contexto social para que así se siga avanzando en la lucha por el feminismo y la igualdad.