El postureo y la sociedad del espectáculo

Entrada realizada por Elena Ramírez Bonal y publicada el 17 de noviembre de 2017 en su blog de trabajo.

Postureo es un término relativamente nuevo pero si no lo has escuchado nunca es que, definitivamente, vives en una cueva. Estoy segura de que, aunque haya sido sin quererlo, alguna vez lo has hecho. Lo definiré por si acaso eres de ese 0,1% de personas que aun no lo tiene claro. Se podría definir de la siguiente forma: hacer como que sí, pero no. Es decir, aparentar hacer/ser algo que en realidad ni haces ni eres.

Aún así, como sabemos que una imagen vale más que mil palabras, dejo por aquí un vídeo que realizó el periódico El País sobre el postureo.

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Instagram, Marco Melgrati

Ésta práctica es la base de las redes sociales. El 90% del contenido que las sustenta es pura apariencia que las personas de esta sociedad quieren dar. Pero esto, a pesar de estar hablando de redes sociales y términos muy millennials, no es nuevo. Ya lo explicó Guy Debord (1967-1994), filósofo, escritor, y cineasta francés, en su libro La sociedad del espectáculo. Según Debord, “el espectáculo, que es el desvanecimiento de la distinción entre el yo y el mundo por la destrucción del yo asediado por la presencia-ausencia del mundo, es también el desvanecimiento de la distinción entre lo verdadero y lo falso por represión de toda verdad vivida en beneficio de la presencia real de la falsedad que garantiza la organización de las apariencias”. La vida en las redes sociales encaja a la perfección en la definición de Debord del término “espectáculo”.

Esta sociedad de la que estamos hablando ha sido representada en la gran y pequeña (ya no tan pequeña) pantalla por muchas películas y series de televisión y digo esto porque tras investigar sobre el tema lo primero que me vino a la cabeza fue Nosedive, un capítulo de la serie Black Mirror, en el que, como bien analiza Javier Zamora en la revista online Dispara, hace una clara referencia a lo que dice Debord: “todo lo directamente experimentado se convierte en una representación”.

Y es que, si en algún sitio hay espectáculo, es en internet pues los valores que sustentan estas redes son, entre otros, la banalidad, la instantaneidad, y la fama efímera pero sobretodo la apariencia y el egocentrismo.